Ver el mundo plano puede ser una ventaja

En mi post anterior ¿Cómo lo vemos?  me planteaba cómo podrían ver el mundo que les rodea las personas cuyo cerebro no creara una imagen estereoscópica (en relieve) a partir de las imágenes recibidas de ambos ojos.

Si alguna vez habéis asistido a una clase de dibujo, quizás os habrá pasado como a mí. Los profesores insisten en que lo mejor es dejar de pensar que lo que vemos tiene tres dimensiones, porque el conjunto de lo que vemos nos distrae.Una técnica incluso consiste en copiar un dibujo puesto cabeza abajo para olvidar de qué se trata y evitar pensar que no somos capaces de dibujar.




Pues bien, en un artículo reencontrado de El País me intrigó una investigación de  Margaret S. Livingstone, experta en la visión y el cerebro de la facultad de Medicina de Harvard.

Segun Livingstone (aquí la tenéis, y también su investigación), Rembrandt padecía este defecto visual.

Llegó a esta conclusión después de analizar 36 de los autorretratos conservados del artista y darse cuenta de que sus ojos estaban mal alineados en 35 de ellos. Esta mala alineación la llevó a pensar que su cerebro no podía fusionar las dos imágenes que recibía de cada uno de ellos en una sola. Parece que Rembrandt aquí se asuste...



Después de leer varios artículos, desde mi ignorancia sobre el tema y la confusión inicial entre falta de visión binocular, ambliopía y estrabismo, leyendo esta publicación de un profesor de Chile he llegado a la conclusión de que en castellano este defecto se llama ambliopía.

La investigadora Livingstone, analizando fotografías de más de un centenar de pares de ojos de artistas actuales, llegó a la conclusión de que había muchos con ambliopía, y de que quienes sufren este defecto pueden tener una ventaja natural a la hora de trasladar el mundo tridimensional a dos dimensiones.

 El coautor de uno de sus artículos, Bevil R. Conway, es un artista que enseña neurociencia en Wellesley College, Massachussets, y afirma: "Siempre me resulta fácil dibujar. Cuando observo una escena, el tamaño relativo y las relaciones espaciales me parecen evidentes"

Además, Susan R..Barry, catedrática de neurociencia en Mount Holyoke College, Massachussets, recuperó la visión esteroscópica a los 50 años gracias a la terapia visual y luego escribió el libro Fixing my Gaze sobre su experiencia. Según ella, es posible aproximarse a la ceguera estereoscópica sentándose quieto delante de un cuadro, cerrando un ojo y esperando: "La imagen saltará hacia el observador, puede ser muy sorprendente". Aquí podéis ver cómo Eduard Punset la entrevista en el programa REDES. 


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