Refugiados y madres

La guerra, todas las guerras, dejan herencias y rencores terribles, millones de personas desplazadas en su propio país, y refugiados en todo el mundo: sesenta millones de personas, según ACNUR

Hoy, en la Maternidad de Elna, cientos de personas, entre ellos algunos de los 597 niños de 22 nacionalidades que nacieron allí, celebran y recuerdan a ciertos refugiados de 75 años atrás






Elna es una pequeña población en el sur de Francia. Está a nueve kilómetros de Argelès-sur-Mer, en cuya playa en febrero de 1939 el Gobierno francés autorizó la instalación de un campo de refugiados -provisional, como todos en origen- para acoger a quienes llegaban de toda España cruzando los Pirineos, huyendo de las  represalias que indudablemente hubieran sufrido por parte del bando ganador. La playa de Argelès-sur-Mer, a 35 kilómetros de la frontera, esperaba acoger cincuenta mil refugiados pero solo los primeros diez días de febrero, cuando se abrió la frontera francesa, llegaron oficialmente 353.107 personas, la mayoría a pie. 


Llegada a Argelès-sur-Mer

Con un alambre de espino rodeando la playa, los refugiados vivían hacinados en construcciones precarias. No había más recursos que mantas y un plato de comida al día para cada uno de ellos. El invierno era frío.La mortalidad de los bebés de hasta un año superaba el 90%. 
Entrada al campo


Un año y medio atrás, en abril de 1937, la enfermera suiza Elisabeth Eidenbenz, de solo 24 años, había llegado a Madrid como voluntaria de la Asociación de ayuda a los niños de la guerra. Al caer la República se desplazó al sur de Francia para acompañarlos y ayudar en los campos de refugiados. Centró su objetivo en ayudar a las embarazadas. 


A los 11 meses, José pesa solo 4,8 kilos; la piel se le ha puesto transparente y gangrenado
a fuerza de haber estado estirado sobre el suelo de los campos 


Durante un trayecto en bicicleta la joven Eidenbenz descubrió una mansión abandonada, con el techo caído, en Elna. Averiguó que lo había construido en 1901 un industrial de nombre Bardou, rico gracias al negocio familiar de papel de fumar. 




Eidenbenz consiguió que la organización Socorro Suizo invirtiera 30.000 francos en restaurar la mansión e instaló allí una maternidad. Gestionó con las autoridades francesas los permisos necesarios y negoció en los campos los protocolos de actuación del personal de la maternidad. Recorría los campos de refugiados de Argelès, Sant Cebrià de Rosselló y Ribesaltes, buscando embarazadas para salvarles la vida y devolverles la salud. 


Atendían a las mujeres voluntarias de los campos y entre dos y tres personas que la escuela de enfermería suiza enviaba cada tres meses. 



"Un bebé que no podía mamar lloraba de hambre día y noche. Agotado de tanto llorar, se adormeció y la madre lo estrujaba contra su pecho. Las mantas que tenían estaban empapadas por los duros días de febrero. Al salir el sol, enterraba al bebé en la arena dejando su cabeza fuera para que le sirviera de manta. Pero días después el bebé murió de hambre y frío. Yo estaba embarazada y me desesperaba la idea de que mi hijo fuera a nacer en aquel infierno.
Algunas semanas después, en el barracón de la enfermería, encontré a Elisabeth Eidenbenz, o mejor dicho, ella me encontró a mí. Me propuso dar a luz en la maternidad que ella dirigía, en Elna, en el Rosselló. El día que nació mi hijo en la sala de partos de la maternidad, no pude retener mis lágrimas. Todo el mundo creía que lloraba de emoción pero yo era la única que sabía que lloraba pensando en el bebé enterrado en la arena de la playa de Argelès"
Testimonio de Mercé Domenech, exilada, refugiada española internada en el campo de Argelès. 


Entre septiembre de 1939 y pascua de 1944 nacieron allí 597 niños de 22 nacionalidades. El gobierno nazi la cerró porque allí se acogía también a mujeres judías y gitanas. 

El edificio estuvo abandonado hasta que en 1990 se instaló allí un artesano de vitrales y Guy Eckstein, nacido en la maternidad, le explicó la historia. Juntos buscaron y encontraron a Elisabeth Eidenbenz. En 2002 recibió un primer homenaje del Ayuntamiento de Elna. 

Elisabeth Eidenbenz



La playa de Argelès-sur-Mer ahora.


Consultad la estupenda visualización de datos The Refugee Project para conocer la evolución de los refugiados en el mundo.
Si queréis ayudar a los refugiados colaborad con las organizaciones no gubernamentales.
Si estáis en Barcelona y queréis aportar vuestro granito de arena, también podéis inscribiros en el grupo Benvinguts refugiats! de Barcelona Actúa

La maternidad de Elna se puede visitar. Las fotos son de allí. Para acabar, un vídeo de ACNUR.




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